Thursday, August 28, 2014

Recetas exprés

Acabo de ver un blog donde una chica comentaba que había que comer "sano" cocinando menestras de verduras, preparando platos caseros, etc, etc. etc. Eso y yendo a comprar productos ecológicos a mercados adecuados y tal y tal y tal.

Vale. La tal afortunada debe ser liberada de la esclavitud de la vida laboral actual. Muchos de los que estamos gordos no lo estamos por negligencia. Yo sé que las chocolatinas son caca y engordan y que comer un sandwich envuelto en celofán de una máquina que reponen una vez a la semana no es la mejor fuente de vitaminas y oligoelementos.

Pero esas cosas son rápidas de adquirir y comer. Y cuando no tienes tiempo, no tienes tiempo. Fin de la cuestión.

La cosa es, cómo cambiar radicalmente el estilo de comida usando muy poco tiempo. Y por muy poco significa:

- No tener que perder tiempo extra yendo a comprar la comida a un pueblo perdido de Guadalajara.
- No tener que hacer siete compras en supermercados distintos porque no encuentro en uno solo el seitán, el tofu, el kéfir de cabra jovencita, los brotes de soja libanesa o lo que cojones sea la fuente más pura de los elementos básicos de la dieta.
- No tener que poner la cocina patas arriba que luego hay que limpiarla y aquí considero que sois como yo, chacha a tiempo parcial después del 120% de mi jornada laboral.
- No tener que comer la comida tapándose la nariz de puro asco.

Con estas premisas por delante, se trata de hacer dietas con trucos de preparación de comidas.

Algunos trucos extrarrápidos para comer medio sano:

- 1) Los boquerones al natural que venden en los supermercados de bario. Hay que escurrirlos bien y si no os gusta el vinagre o la sal que le echan (a veces en demasía) además de escurrirlos darles una buena lavada bajo el grifo.

Estos boquerones se pueden comer en un platito con un tenedor. No requieren nada más. Son 150 calorías y como cena con una tostada de pan integral y mi buen vinito blanco quedan de lujo. Los boquerones son buena fuente de proteinas, aceites omega-3, omega-6 y todos los omegas que se me ocurran.

-2) Las ensaladas preparadas de algunas marcas conocidas. Vale, la lechuga que usan es un poco asquerosa. Yo os recomiendo las que tienen de base rúcula que es más sabrosa y tarda más en ponerse mustia. Hay una de pasta con rúcula que tiene unas 700 calorías. Ideal para llevar al trabajo y no requiere microondas ni cubiertos. Ojo, ojo, ojo: Me refiero a las ensaladas que están en refrigerados, no esas inmundicias llenas de grasas trans que venden en latas de mil marcas distintas que si no se te saturan las venas de grasa después de comer eso, a buen seguro que vas a pasar una noche dando más que vueltas en la cama.

-3) Las uvas sin pepitas. Vale, son transgénicas y no son ecológicas. Pero las uvas blancas sin pipas tardan dos semanas en picarse y se lavan y comen sin dejar residuos. Ideal para llevar en un minitaper lavaditas y comer en cualquier sitio.

-4) Los plátanos. Fruta cómoda de comer en cualquier sitio. Compradlos muy verdes para irlos escogiendo gradualmente.Yo pongo fuera de la nevera los que me voy a comer en días.Ideal para la merienda temprana una hora y media o así antes de ir al gim. Tienen potasio que evita los calambres musculares. Eso sí, platanos estándar, no pedazos de bananas, que tienen el doble de calorías.

-5) Las latas de pavo y magro de cerdo. Mejor las de pavo a poder ser. Las de magro están más gustosas pero tienen el doble de calorías. Ideal para las cenas en las que vienes que devoras. Una lata vienen a ser unas 400 calorías. Tienen algo de grasa, pero muchas proteínas. Y sacian el hambre, os lo juro.

-6) Las sardinillas de lata, mejillones en escabeche y berberechos. Son ideales para las cenas escurriéndolos siempre antes muy bien. Vienen a ser entre 200 y 300 calorías con un par de tostadas de pan.

-7) Los yogures de proteínas tipo saciantes, pero por Dios, los que llevan fruta gelatinosa no.







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