Thursday, August 14, 2014

Trucos para ser sociable y no arruinar la dieta: El Networking, ese enemigo

Como ya he comentado antes, la principal razón por la que se rompen las dietas es porque no te dejan ser sociable.

Todas las dietas que conozco presentan una serie de menús diarios del tipo que sea, que para poder confeccionarlos tienes que haberlos elaborado en casa o en casa de alguien de confianza, bar de un amigo, llevarlo en tupper a la cantina del trabajo, etc.

Mi dieta no lleva menús tipo. Es un rollo planificar las comidas de la semana, y no sirve si en tu trabajo tienes que viajar, cenas de negocio, presentaciones con cócteles, etc. Al final tiras la toalla porque te saltas la dieta la mitad de los días de la semana.

Y el principal problema es ese, que una vez que sientes "que te has saltado la dieta" es como cuando recaes volviendo a fumar, que ya no es que ese sea un cigarrillo perdido en la inmensidad de los miles de días que no vas a fumar, es que al final acabas fumando igual que antes.

Con la dieta ocurre igual. Estás a dieta de 1.200 calorías, la de los puntos, la zona, la Dukan, el pepino, la sopa o la que se te ocurre.

Y un buen día acudes a la presentación de un nuevo producto o lo que sea de tu trabajo a las 8 de la tarde. Como has comido a las dos de la tarde y la presentación se alarga, a las diez cuando acaba estás que te desmayas. Y entonces se acaba la parte seria del evento y comienza el Networking.

Lo del Networking quiere decir que te tomas unas cañitas y tapitas de pie con unos desconocidos para que al final la comida y la bebida, unida a la charla más relajada, comiencen a crear lazos que a la larga abunden en sinergias laborales.

La idea es muy buena, pero al final pecas y, como estás muerta de hambre, te hinchas a canapés y cervecitas.

¿Hay que dejar de hacer "networking"?

No, lo que hay que hacer es vigilar el picoteo y al llegar a casa, no cenar más que un yogurt.

Si uno no picotea nada, se siente como un "triste y desgraciado a dieta". Al final cuando picotee, lo hace desmedidamente, de ahí la bulimia. Es importante no sentirse culpable por comer. A fin de cuentas, hay que comer para vivir, que parece que no nos enteramos.

Ahora bien, para no lanzarse encima de la mesa de canapés, hay que llevar encima en el bolso algún snack de dieta (barrita de sandwich o similar) que podamos comer antes de la presentación de marrás y así que no pasen más de cuatro horas entre el último bocadito y el cóctel. Esto hará que podamos contenernos un poquito.

Un canapé normalmente va a tener unas cien calorías. Y es importante tener en cuenta que la cerveza tiene un indice glicémico alto, es mejor el vinito blanco. Normalmente cuando estoy a dieta tomo vinito blanco.

Ah, ojo, un truco: Dos vinitos el máximo. No porque engorde más o menos, sino porque "con el puntillo" se pierden las inhibiciones, la de la comida una de ella. Si estás medio pedo igual no piensas tanto antes de lanzarte por el pincho de chistorra chorreante, pero si estás más o menos sobrio, te lo piensas un poco más.

Más consejos: Huye de los canapés con salsas raras. A veces demonizamos de la chistorra y luego nos metemos cada cosa que tiene más grasas todavía que el embutido de turno.

Si puedes elegir, los palitos de pan, el jamón serrano y el queso son mis preferidos para picotear. Pinchos simples, preferiblemente de carne. El pescado que dan en los cócteles suele estar muy rebozado, huye de ellos: Gambas con gabardina, cangrejo con mayonesa, bolitas de pescado, croquetas de bacalao, uff.

Come un pincho o dos para quitarte el hambre y luego intenta entablar una conversación interesante con alguien, a poder ser que esté situada lejos de la mesa del picoteo.

Y como digo, luego no cenes más que un yogurt, y según lo que te hayas pasado, al día siguiente intenta cenar más frugalmente que de costumbre, pero no te culpes. Eres un ser sociable.



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