Tuesday, May 5, 2015

Time Out

Como la liga de baloncesto, estoy jugando ya fuera de tiempo. Hace diez días aproximadamente que empecé mi tratamiento de invitro, y apenas regresé de un viaje de trabajo en el extranjero que trastocó totalmente mis hábitos de dieta y sueño.

Lo bueno es que no he engordado mucho, lo malo que no he adelgazado lo que tenía en objetivo. No obstante, cuento con dos semanas más y probablemente, aunque me quede embarazada, siga haciendo algo de dieta. Sin embargo, de gimnasio me quedan sólo diez días, así que tengo que aprovecharlo, aunque no puedo meterme ya las palizas que me daba antes.

La endocrina me ha ajustado la dosis de tiroxina, ya que tengo hipotiroidismo manifiesto. Lo comento aquí porque mucha gente que tiene problemas para adelgazar se estrella día tras día con el muro de la báscula y las dietas imposibles, palizas maratonianas en el gimnasio sin saber qué pasa con su cuerpo que se niega a devolver los kilos que tan alegremente tomó en su día.

Aunque los baremos estándares de hormona TSH en el tiroides dan mucha holgura para considerar a alguien con hipotiroidismo (creo que a partir de 4500 o así), lo cierto es que hay que considerar otros factores de tipo inmune, para poder diagnosticar correctamente, ya que hay lo que se denomina hipotiroidismo subclínico o bien hipotiroidismo autoinmune o de Hashimoto, que no suelen dar señales alarmantes hasta que están bien avanzados. Si bien no suponen una amenaza para la vida del paciente, sí para la salud en general, y sobre todo, para el bienestar.

En mi caso, la endocrina ha considerado que tenía que subirme la dosis de tiroxina,y en efecto, empiezo a notar que mi cuerpo empieza a responder ante la comida como solía hacer hace diez años, cuando no tenía ningún problema para digerir 2000 calorías al día y mantener mis saludables 58kg de peso, con una actividad física normal.

Así pues, a veces nos matamos con dietas y ejercicios imposibles, cuando mejor nos gastáramos el tiempo y energía en ir a un buen médico para saber qué está pasando con nuestro metabolismo.

Por supuesto, esto no justifica ni atracones ni el ingerir comida basura.Ayer por ejemplo cené básicamente fruta y un poco de bizcocho de dieta con leche desnatada. Nada que se pase de las 500 calorías, y comí bastante sobria. Así que mi consejo es que ataquéis vuestro problema de sobrepeso desde todos los frentes y de todas las maneras posibles, y ajustéis vuestro plan de pérdida de peso a todos los casos en los que os encontréis, incluso en el caso de estar embarazadas, se puede comer sano y hacer algo de ejercicio, aunque sea un paseo, todo mejor que estar abandonados a nuestra suerte de lorzas impresionantes. Querer es poder. Por eso, aunque haya terminado mi tiempo fijado para perder el grueso de mi peso, seguiré atacando mi problema de sobrepeso desde hoy hasta siempre, y por tanto, seguiré con este blog.

Mucho ánimo, y no desfallezcáis nunca. Si un día pecáis y coméis algo prohibitivo o vagueáis un poco, perdonaros y volver al camino de la vida sana, pero nunca abandonéis vuestros propósitos, ya que siempre es mejor un plan de adelgazamiento con fallos que ningún plan o bien un plan perfecto para cien días y el resto del año comiendo como orcos. Regularidad, constancia y vigilancia médica, ese es mi consejo.

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