Friday, October 10, 2014

Velocidad de Crucero

Ya han pasado casi 70 días desde que empecé la dieta y se empiezan a ver los efectos de varias formas.

No sólo es cuestión de peso (son unos 7 kilos aproximadamente) sino, lo más importante, en la forma física y en la figura.

Reconozco que soy una obsesa de la báscula pero hay que fijarse en otros indicadores para saber si estamos progresando adecuadamente, porque se puede hacer una dieta inadecuada y acabar perdiendo músculo, agua, etc.

De momento he visto que he pasado de la talla 44 a la talla 42. Además, mi cintura acaba de perfilarse, cosa que antes no tenía, o la tenía bajo los pechos en vez de a la altura del ombligo, que es lo suyo.

Esto cambia de algún modo mi forma de vestir, ya que antes para disimular la barriga redonda me ponía camisolas amplias y vestidos de corte imperio (esos que marcan bajo el busto pero luego quedan sueltos de ahí hacia abajo). Ahora puedo lucir camisetas y blusas más convencionales, ya que apenas tengo ya barriguita.

Luego otro punto importante es que ya no tengo los tobillos hinchados, esto hace que me canse menos llevando tacones o zapatos menos cómodos. Y, por último, el tema de los brazos, que con las pesas ya tienen menos forma de orco y más forma de mujer esbelta.

Es importante a parir de los 35 años sobre todo en las mujeres, en fijarse en las "alitas de pollo". Hay muchas mujeres, incluso muy delgadas, que tienen flacidez en los tríceps, y da igual que pesen menos que un canario, están flácidas. Esto no pasa con 18 años, pero sí a partir de cierta edad. Para combatir esta flacidez, no hay más remedio que hacer pesas.

Sí, gran parte del éxito no está en las palizas en la elíptica (que también es importante) sino en las pesas, que las mujeres no solemos tocar, pero que son muy importantes para combatir la celulitis y la flacidez.

Así que mi balance cuando he llegado al 33% de mi tiempo fijado a dieta es muy positivo.

Sin embargo, no hay que bajar la guardia. Hay un efecto Pareto perverso que viene a decirte que, cuando te vas acercando a tu objetivo te va a costar lo indecible. Y es cierto. Al principio perdía más de un kilo por semana pero desde hace dos o así, no consigo perder más allá de medio kilo, y para bajar algo más tengo que machacarme literalmente en el gimnasio.

La dieta es un apoyo para no pasarse de las calorías, pero he observado que, haciendo deporte de forma intensa, la dieta es menos importante. Si te pasas un día, al día siguiente te machacas 30 minutos más y suele surtir efecto. Incluso el cuerpo tiene acostumbrarse a absorber excesos.

No me malinterpretéis, no os estoy diciendo que os saltéis la dieta a menudo. Sólo que probéis a saltarla de vez en cuando (haciendo deporte eso sí), para comprobar cómo reacciona el cuerpo, si es capaz de eliminar esos gramos de más o esa grasa o lo que sea de forma más o menos rápida.

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