Thursday, November 26, 2015

El hombre propone, Dios dispone y luego llega el demonio y todo lo descompone

Septiembre pasó bien en términos de dieta, a pesar de que me operaron del útero. En octubre me tuvieron que volver a hurgar el útero y ahí ya me empecé a resentir.

Pero voy a confesar que fue más el volver al estrés de la vida normal tras el paréntesis vacacional. El quedarme a comer en el trabajo, asistir a reuniones profesionales por la tarde, etc. Y ya noviembre con un montón de imprevistos y el tema médico complicado por una avalancha de medicación ha sido una debacle y no sólo no he perdido peso sino que he cogido algo desde mediados de octubre para acá.

Estoy deseando poder volver a la rutina de comidas sanas y ejercicio, pero para ambas cosas hace falta tiempo. Aún así, y aunque me sienta como Sísifo, siempre es mejor tejer y destejer que sólo engordar como cerdo para San Martín.

Recientemente acompañé a mi marido al endocrino. El pobre también es de constitución botijo y en cuanto no está a dieta y se fustiga en el gims, engorda con mucha facilidad.

Pues bien, el endocrino este muy famoso, apenas dedicó cinco minutos a mi ficha, y ya me estaba vendiendo unos batidos de dieta. No sé cómo no le monté un buen pollo.

Advierto desde aquí que esos métodos pueden ser efectivos durante un tiempo y para casos extremos, pero para los que nos sobran unos pocos kilos (pongamos diez como mucho) y sobre todo para las mujeres no sólo no funcionan bien, sino que desestabilizan el sistema hormonal y ponen en riesgo la fertilidad.

Así que chicas, como dije hace tiempo, pico y pala, no queda otra. A ver si antes de Navidades puedo hacer una minicura de desintoxicación. Si no, para enero, pero igual ya vuelvo a invitro si se arregla bien mi útero.

Saturday, September 12, 2015

Pico y Pala

El mes de agosto se acabó y cumplí mi objetivo por los pelos.

 Los días fuera en la playa fueron al final malos para la dieta. El problema no fue la comida, sino que sucumbí a las copitas nocturnas, y eso engorda mucho. También que mi acompañante no estaba suficientemente en forma como para hacer caminatas o llevar un ritmo fuerte, que me hubiera salvado de volver, como he vuelto, con un kilo de más. 

Bueno, al final fue más bien retención de líquidos por no moverme el último día lo suficiente, y por tomar ibuprofeno para la jaqueca postresaca, porque perdí ese kilo de más en apenas dos días, pero no sé por qué, me ha costado bajar de peso al ritmo que me había marcado al principio.

Supongo que es la píldora el problema. La he tomado hasta el 30 de agosto durante mes y pico de forma ininterrumpida y ahora tras la operación del miércoles pasado, otra vez me tengo que embuchar de hormonas.

Retengo tantos líquidos que podrían llenar un barril de los de cerveza nada más exprimirme. El otro día que me pusieron un diurético tras salir del quirófano pudieron comprobar que orinaba como una vaca.

Supongo que también el cuerpo es huraño a la hora de dejarse arrancar grasas, y más si sucumbo a tentaciones.

Estoy yendo al gimnasio muy a menudo (bueno justo esta semana no claro), hasta tal punto que el día que no voy me siento culpable e incluso he llegado a compensarlo al día siguiente con sesión extra. 

Pero, y aunque me veo mejor figura, no sé por qué la báscula no me sonríe y permite que baje de los setenta kilos ya de una vez por todas, que estoy fluctuando entorno al maldito 70 y hay días que veo el 69 y otros que no.

Supongo que, tras mi regreso a la rutina laboral, el problema es que estoy sedentaria hasta la tarde, cuando antes iba al gimnasio a media mañana, tras la digestión del desayuno. Supongo que sólo cuando entreno temprano en el día el metabolismo se activa, mientras que cuando lo hago por la noche, no surte el mismo efecto. No le veo otra explicación. Estoy probando incluso a ir a entrenar justo al hacer la digestión, pero aun así no veo que funcione mucho. Además, mi estómago es muy lento haciendo digestiones, y creo que mis malestares de colon se deben a entrenar cuando el intestino está todavía absorbiendo nutrientes.

Si ya tengo problemas para gestionar a mi cuerpo, no digamos ya que está volviendo todo el mundo de vacaciones y empiezo a ver mi agenda llena de compromisos. Un compromiso por la tarde tiene dos efectos negativos: Uno, que no voy a poder ir al gimnasio. Dos: Que igual me tomo algo con la gente y añado calorías extra.

Me estoy comprometiendo conmigo misma a ir un mínimo de cuatro veces a la semana al gimnasio, pero claro, hay amenazas a este plan, el primero la operación y que hasta dentro de una semana no podré volver a hacer algo de ejercicio, y nada de machacarme en spinning.

Pero este fin de semana tengo una gran amenaza a mi plan de dieta: Una comida familiar, y no ha sido la única que he tenido estas últimas semanas, porque hace poco tuve comida en casa de mis cuñados.

Todo esto hace que tiemble el plan de dieta, aunque sea sólo comer un inocente chorizo a la brasa o una triste miniporción de tarta de trufa. Mi marido también está a dieta, y noto que me viene bien para mi propio plan, pero los hombres son más afortunados con las dietas. Ellos en cuanto dejan de tragar como posesos y hacen un poco de ejercicio, pueden perder perfectamente un kilo por semana. Nosotras para perder un kilo sin pasar por un campo de concentración, necesitamos al menos dos semanas y más privaciones.

En cualquier caso, mi plan ahora es llegar a los 69 kilos al final de septiembre y a los 62 para el día de Nochevieja. Tengo por supuesto muchos inconvenientes, pruebas médicas y mi horizonte estable no llega más allá de noviembre, pero voy a intentarlo con toda la disciplina de la que soy capaz, sin abandonar un mínimo de vida social y compromisos profesionales.

Saturday, August 8, 2015

Plan de choque

He prorrogado la dieta otros 200 días, en vista de que entre la operación prevista en septiembre, revisiones, etc. es más que probable que hasta diciembre o enero no vuelva a intentar quedarme embarazada.

Como no tengo muy claro lo de los doscientos días, he calculado un plan para perder unos siete kilos de aquí a finales de octubre, que son los que necesito para tener un IMC por debajo de 25, luego ya para estar como hace siete años tendría que perder otros siete kilos más, pero eso puede esperar tiempo y supeditarse a lo que ocurra con mis planes de ser madre.

Agosto es un buen mes para ponerse a dieta, si no te vas de vacaciones pero tienes tiempo libre al día para seguir un programa de ejercicios.

¿Por qué agosto es tan buen mes para adelgazar? Lo primero porque no hay eventos o reuniones que te hagan saltarte el ritmo. Hay que trabajar, claro, pero no suele haber eventos, cursos o cualquier excepción a la rutina. O, al menos, eso parece.

Ya comenté al principio de este blog, que el Networking es un enemigo de la dieta que hay que saber torear.

También agosto es el mes en el que la mayoría de amigos y parientes suelen tomarse de vacaciones, por lo que no es de esperar acumulación de cenas y celebraciones.

Como bien expliqué, los amigos son también una amenaza para nuestros propósitos.

El último enemigo (y gran enemigo) de la dieta, es la pareja. Si no consigues que se convierta en aliado, mal asunto.

En mi caso se da la feliz circunstancia de que también necesita ponerse a dieta e ir al gimnasio. Miel sobre hojuelas.

¿Cuál es mi plan de dieta entonces?

Lo primero, ajustándome a los horarios de trabajo veraniegos, aprovecharé para comer y cenar en casa todo lo que pueda. Para ello los fines de semana tendré que dejar preparada comida sana para congelar y guardar en tuppers, que pueda usar luego fácilmente en comidas o cenas.

Para cenar, tomaré mucha fruta, ya que vengo del gimnasio con mucha necesidad de agua, eso hará que tenga luego menos ganas de masticar, así que con un poquito de embutido light o un filete de pollo o pescado más que de sobra.

Dado que llego a casa muy tarde a comer, tendré que tener algo a mano para picotear. Me proveeré de barritas de dieta o lo que sea que no tenga muchas calorías y me sacie un poco para no desfallecer.

En el desayuno cereales o barritas, ni galletas ni nada que salga fuera de la norma.

Y gimnasio al menos cuatro veces a la semana. Tengo planificado por lo menos cinco pero bueno, veremos a ver.

En cuanto a las temidas vacaciones, este mes me iré menos de una semana a la playa con un familiar de poco comer. No es que me vaya con dicho familiar porque coma poco, pero tal circunstancia me beneficia. Espero que el equivalente al gimnasio lo pueda suplir nadando y caminando, o bailando si es posible (aunque esta opción lo veo poco probable con la persona con la que voy a ir).

El desayuno en la playa es buffet, es posible que me pase un poco, por mucho esfuerzo que haga. Intentaré comer huevos sólo la clara y mucha proteína, que aunque venga con grasa, será mejor que atiborrarme de patatas y bollería.

La comida pues cualquier cosa ligerita, nada de menú, un plato combinado que incluso puede ir casi a medias con mi acompañante (de verdad que es de poco comer).

Otra cosa con la que tengo que tener cuidado es con el alcohol. En los garitos de playa hay muchos cócteles. Son un peligro tremendo, ya lo he comprobado repetidas veces.
Recientemente he descubierto alternativas sanas a las copas y cócteles azucarados. Una de ellas es el agua con gas y rodaja de limón. Da frescor a la garganta, tiene algo de sabor, y la gente no sabrá que estás siendo una frikisana (lo digo porque hay gente que se espanta de verte bailar como posesa si sólo estás bebiendo agua).

Otra opción sana que he descubierto (pero no la tienen en todos los sitios) son las cervezas sin alcohol de sabores. Hay unas de una marca muy conocida (perdonad que no haga propaganda) que además de ser cero alcohol es casi cero calorías, y sabe muy rica como a lima. De esas me he llenado la nevera para tomar al mediodía cuando llego acalorada.

Mi plan es muy ambicioso. Para este mes de agosto he planificado una pérdida de peso de casi tres kilos y medio. Tened en cuenta, que las dietas kamikaze en las que las mujeres perdemos más de un kilo por semana son de obligado efecto rebote.

Mi dieta es hipocalórica leve, incluye ejercicio diario de una hora de cardio con bajo impacto y algo de pesas luego para tonificar y que no salgan estrías y es ligeramente hiperproteica, pero nada que ver con las típicas de ese tipo que generan residuos cetónicos. Lógicamente, quemar grasas hará que entre en cetonuria ligera sí o sí, pero no de forma brutal como la mayor parte de dietas.

Mi referencia de qué comer más o menos viene a ser: Desayuno café con leche y puñado de cereales de dieta. Media mañana un té y una barrita de unas cien calorías. Comida, un plato único sin pan y de postre un café cortado. No meriendo para ir al gim, a la vuelta la merienda sería tarde y a base de fruta, unos 200 gramos de piña, ciruelas, etc. Y un poco más tarde pero no demasiado un filetito o embutido sin grasa con unos picos de pan.


Mi idea es bajar de los setenta kilos de peso a finales de este mes, mi gran escollo, bajar de los 70. Si me va bien, en noviembre debería estar por debajo de los sesenta y cinco. Hay que tener en cuenta que en septiembre me operan y que además, el trabajo, eventos y amigos empezarán a desestabilizar el ritmo. Pero de momento, este mes de agosto voy a ser lo más disciplinada que pueda.

Wednesday, July 15, 2015

Contra viento y marea

He estado un mes liada con varios temas profesionales. No es este el blog adecuado para contarlos pero vamos, aprobé una oposición y ahora estoy gestionando mi incorporación. El mes de mayo me sometí a un tramiento de invitro fallido y hace poco fui a ver a una gurú de los úteros, pues ya sospechaba que por ahí podría estar mi problema, y ya me ha planificado una operación para septiembre.

¿Qué afecta todo esto a mi plan de dieta? Mucho. Los nervios, los cambios constantes de rutinas, incluso de ciudad, hace que sea muy pero que muy difícil llevar una disciplina. El resultado es que no estoy bajando de peso. Lo digo así sin ningún tipo de vergüenza. Tampoco estoy engordando a pesar de que me he tirado varios día en la playa comiendo de todo (tapas fundamentalmente) y sin báscula cerca (los hoteles aunque sean de lujo nunca ponen una báscula para que consumas en sus restaurantes sin sentirte culpable, es mera estrategia de negocio).

Tengo sin embargo un hallazgo interesante: He bajado mucho volumen. Tanto es así que casi pierdo la parte de abajo del bikini nadando. Me he tenido que comprar otro bikini y la talla me ha sorprendido. De abajo ya tengo una 40, de arriba una 42-44. El año pasado era todo talla 44. Ahora m puedo poner unos vaqueros cortos sin temer estallarlos. Puedo lucir piernas sin sentirme una vaca. O sea, que durante un año he reemplado grasa por músculo. Lo he comprobado pesándome en una farmacia con una báscula especial.

Aún así no puedo cantar victoria. Peso todavía ocho kilos de más. La buena noticia es que este sobrepeso no es la causa de mi infertilidad sino los hallazgos de mi útero y entorno. Seguramente adelgazar me va a beneficiar, qué duda cabe, pero ahora no es el foco de atención de mis médicos.

¿Cuánto tiempo tengo ahora para quitarme ocho kilos? Pues realmente entre pitos y flautas calculo que tengo unos cuatro meses. Dos kilos por mes. No es mal plan, pero hay que proponérselo.

Lo primero que tengo que hacer es evitar las comidas con mi marido fuera de casa. El está gordito, pero no perdona ocasión de salir a comer fuera en vacaciones. Cuando estamos por ahí en la playa estoy perdida, por poco que comamos, caen un par de raciones de calamares, etc. Intento convencerlo de comer cosas menos grasientas. Así he conseguido no engordar, mis trucos para vacaciones con pareja y sin báscula:

- No contrates hoteles con pensión completa. Como mucho con desayuno, eso hará que desayunes más pero también que trasnoches menos (los desayunos en la playa suelen ser a horas muy tempranas).

- Cuidado con los menús. Suelen ser generalmente a base de cosas muy altas en colesterol. Es mejor comer de tapas o algún plato combinado.

- Cuidado con las raciones que incluyen muchas salsas. La cosas que más engorda suelen ser las sartenadas de patatas con huevos y picadillos.

- Opta por el pescado azul o los calamares y sepia. La sepia a la plancha, aunque seguro que le echamos alioli, es una buena opción. La sepia a la plancha tiene pocas calorías y se suele servir con ensalada.

- Cuidado con las cervezas. Intenta no beber cerveza al mediodía, aunque sea muy tentadora. La mejor opción es el agua mineral, además es buena para la piel expuesta al sol, hay que rehidratarla bien por dentro. Además el agua llena y hace que comamos menos. Eso sí, mineral que el agua del grifo en la costa es el mejor laxante que existe :D

- Cuidado con las copas. Salir de noche todos los días es más que habitual. Elegir gintonics y verdejos es mucho mejor que los cócteles exóticos (mi marido es adicto a los de coco, pero me niego a compartirlos).

Y bueno, andar y andar mucho. Si se puede ir sin coche mucho mejor. Dejar el coche en casa es garantía de pegarse buenas caminatas, y eso compensa un poquito el exceso de calorías.

También está bien nadar y echar una palas en la playa. Cualquier cosa menos sestear horas y horas.

En fin, si estáis de vacaciones disfrutadlas. No es cosa de culpabilizarse continuamente, pero si de contenerse un mínimo, moderarse y aprovechar para hacer deporte.

Wednesday, June 17, 2015

Purés y más purés

Cocinar es una lata, y a menudo no tenemos tiempo ni de hacer la compra ni de tirarnos horas en la cocina. Hasta aquí todos de acuerdo. Pero, si alguna vez tenéis tiempo de hacerlo, pongamos un par de horas el fin de semana, os voy a pasar información de cómo optimizar de cara a la dieta, esas horas de cocina.

Lo primero deciros que cuando más puchero y menos frito, menos se engorda. Es así. Las comidas precocinadas y más si van a la freidora, son veneno para el cuerpo, además de que hinchen los michelines.

Mis recetas favoritas de puchero para adelgazar son los purés de verduras y las legumbres. Y a las legumbres les echo algo de chorizo y punta de jamón, para que den sabor.

Porque otro motivo por el que la gente abandona las dietas es que la comida de dieta es insoportablemente insípida. Algunos tenemos el sentido del gusto y del olfato extremadamente sibarita y si no obtenemos ciertas recompensas periódicas no seguimos con las dietas. No es la cantidad de comida, es el sabor. Por eso, cuando dicen que con tal dieta no pasas hambre porque te puedes comer una coliflor entera hervida y sin sal, yo me pregunto aterrada: ¿Pero quién tiene valor de comerse tal cosa? Me puedo comer una caja de cartón igualmente y me saciaría lo mismo, pero por Dios que no somos robots, somos humanos con sentidos a los que también hay que "alimentar".

Por eso le echo algo de sabor a las legumbres. Pero sin pasarse, eh?

Mis purés de verduras se alimentan fundamentalmente de esos combos de verduras para cocido o purés que habitan los supermercados, donde el batiburrillo de champiñones, ensaladas de bolsa, etc. El caso es que venden por unos dos euros packs que contienen un puerro, un apio, dos zanahorias y un nabo. Hay variantes que sustituyen el nabo por medio repollo y otros que incluyen dos patatitas.

Mi receta de puré favorito contiene una patata grande o dos patatas medianas, dos zanahorias, un nabo, un apio y uno o dos puerros. Media cebolla y un diente de ajo. Una pastillita de caldo de ave, una cucharada de aceite de oliva virgen extra y un poco de sal y pimienta. Se pone todo a cocer y cuando esté blandito se pasa por la batidora americana hasta que quede muy cremoso. Y nada más. Con esta receta que os digo se sacan por lo menos cuatro raciones de puré y es un primer plato excepcional y una cena de lujo. Si lo congeláis, acordáos de sacarlo luego del congelador unas doce horas antes porque el puré descongelado de forma brusca a base de microondas queda fatal, como deshilachado, se queda menos cremoso vaya. Se puede corregir echando un quesito de esos en porciones, pero tienen grasa, vosotros veréis...

Mi receta de legumbres incluye lentejas francesas o alubias blancas (se dejan en remojo el día anterior, con agua caliente las lentejas y con agua fría y sal las alubias). Se escurren luego, se ponen en la olla con el fuego bajo y dos hojas de laurel, un buen trozo de chistorra picante y una punta de jamón y se van echando: Una zanahoria, una patata grande, un diente de ajo, media cebolla, varios tomatitos cherry, pimentón de la vera, un poco de puerro si nos sobró del puré, aceite de oliva y poco más. Se pone a cocer y ale, en 45 minutos o así tenemos un perolo para cuatro o cinco raciones de legumbres. Como plato único están genial. Yo no les hago sofrito, para no aumentar el nivel de grasas saturadas, todo lo pongo tal cual picadito al puchero.

Bueno, os dejo que tengo que ponerme con la comida. Otro día os hablo de mis croquetas light de pollo asado y mis recetas veganas.

En cuanto a mi persona, estoy en standby pero la cosa va bien, más que adelgazar estoy reactivando mi metabolismo pero desde hoy mismo ya he retomado la dieta cañera, a finales de mes espero estar en 71 o menos. Os contaré el 28 o así mis progresos.


Thursday, June 11, 2015

Esta no es mi barriga...

Ya he desintoxicado un poco y parece que mis piernas vuelven a ser las de antes de la invitro, incluso mis brazos se han tonificado, y la espalda. Pero, oh, horror, ¿qué le pasa a mi barriga que no responde a la dieta depurativa?

No lo entiendo mucho, si los muslos y cartucheras sí han respondido, ¿qué le pasa a mi barriga que sigue como una gaita? Con los miles de abdominales y cremas anticelulíticas que me había costado meterla en cintura (y nunca mejor dicho). Y, además, ¿qué hago con mis pantalones de verano que había recuperado ya con optimismo?

¿Me tengo que pasar a los dos mil abdominales al día? Pues no, ahora os cuento. Con cien abdominales variaditos hay más que de sobra, el problema es otro.

Por un lado pienso que la barriga está inflada por gases o por los ovarios que han vuelto a reactivarse y me consta, el lunes en el gim notaba yo ese come come por dentro así como un dolorcillo leve de llegar la sangre por el interior de las entrañas. No podría ser otra cosa que mis ovarios estuvieran inflándose para producir óvulos. Pero, ¿cuántos? ¿ochenta? Porque esta barriga es un poco exagerada diría yo. Igual es que las hormonas, la que sea que produce esto está hinchándome o igual es que los ovarios no son lo único que se inflama ahí abajo...

A menudo lo que se  inflama es el páncreas y el colon, son muy sensibles a las hormonas (ya sabéis que hay una estrecha relación entre la insulina y los estrógenos y cuanta más insulina pululando menos estrógenos producen los ovarios, y el exceso de insulina en sangre se nota por la gran cantidad de flatulencias que se forman, ya que el páncreas se pone como una moto. En ese caso, es mejor restringir los carbohidratos, tanto los rápidos como los lentos, los rápidos porque suben la insulina pero los lentos porque los almidones y las legumbres inflaman el colon. Sé que esto es un poco atentado contra las dietas sanas, pero tampoco es nada bonito ir con la tripa más hinchada que una embarazada de seis meses.

Para las flatulencias y el vientre hinchado por malas digestiones es preciso, además de evitar alimentos flatulentos, los contrastes entre fríos y calientes, etc (mejor toda la comida calentita pero sin pasarse), el tomar alguna infusión de hinojo, anís estrellado, manzanilla, menta, etc. Hay bolsitas de marcas conocidas que venden combinados digestivos. Normalmente la gente la toma después de comer. Yo os aconsejo tomarlas también antes de comer, sobre todo las que tonifican el páncreas como el anís o la menta, para no sentirnos mal comiendo luego.

Procurad no comer mucho (estando a dieta ya sé que no debería decirlo) pero sobre todo no beber bebidas gaseosas (la cerveza de por sí en una dieta de adelgazamiento para las que estamos buscando bebé no es buena, ya os lo dije) pero la coca cola light tampoco es la solución. Agua, a poder ser no muy fría y no en mucha cantidad con las comidas. Con una rodajita de limón perfecta. Y entrados en juerga un vinito blanco. Y ya, nada más. Mejor té que café, y poco más. A hacer muchos abdominales y bicicleta para que las tripas se remuevan. Al menos una buena caminata y la tripa volverá a su origen. De todos modos, las ovulaciones es lo que tienen, que hinchan un montón, pero ya sabéis lo que hacer. Ánimo. Yo ahora antes de comer me voy a tomar mi infusioncita.


Tuesday, June 2, 2015

Dieta post invitro fallida: Desintoxicar a tope

Al final negativo. Vaya, es muy triste comprobar que de nuevo fracasó este intento de quedarme embarazada.

Dejando aparte consideraciones emocionales, y tomando el punto de vista de la dieta, las post invitros fallidas son muy peligrosas. La debacle emocional es proclive a los atracones. Doy fé de ello. Me tomé el sábado un helado de chocolate de esos que llevan chocolate por todos los costados: Muerte por chocolate se llama. Es un brownie de chocolate con salsa de chocolate caliente, helado de chocolate y cobertura de chocolate (en diferentes variedades de chocolate cada cosa).

Pido perdón por mencionar esta orgía chocolatera en un blog de dietas. Pero es para que veáis que todos pecamos de vez en cuando y NO PASA NADA. Pasa que nos metemos calorías, grasas y azúcares de más en un intento de pasar una pena emocional. Y también porque la súbita deprivación de hormonas provoca jaquecas por déficit de serotonina, y lo más fácil de emular la serotonina es el triptófano que se encuentra sobre todo en el chocolate y el plátano. Así que no era por casualidad que necesitase tanto atracón de chocolate el sábado.

En fin, que el fin de semana me pasé un poco bastante, tomé hasta algún vinito y cerveza, y ayer lunes la báscula me gritó: TARJETA ROJA!!!. 72'4 Kg.

Vale, 2'4kg más que hace mes y medio. Una barbaridad. Pero, se puede remontar. Tengo un mes y medio antes de que en julio me vea un buen ginecólogo experto en problemas complicados de fertilidad. Mientras tanto no voy a tomar hormonas, sólo tiroxina para ayudar al tiroides a funcionar. Todo bien.

Lo primero que he empezado a hacer es DEPURAR. Desintoxicar el cuerpo de tanta hormona ajena a mi cuerpo. Me han pasado una dieta muy depurativa, pero soy incapaz de seguirla a rajatabla porque mi cuerpo necesita 1500 calorías al día para aguantar la actividad que tengo y con esa dieta me dan mareos (ayer lo comprobé).

La dieta consiste en estar una semana a base de caldos vegetales, verduras bajas en hidratos de carbono y muy depurativas como los espárragos, alcachofas, etc y frutas de bajo índice glicémico, sobre todo el limón que se debe tomar a lo largo del día en zumo con agua. También infusiones, muchas infusiones.

En fin, me he buscado infusiones desintoxicantes : Las llamadas detox, que contienen té verde, cola de caballo, etc. Yo creo que da un poco igual, el caso no es lo que se toma, sino Lo que no se toma durante una dieta así.

Para desintoxicar es fundamental no tomar azúcares, grasas, sal, sobre todo esto último, que viene mucho en precocinados y embutidos procesados. Con sólo que nos quitáramos azúcares, grasas trans y sal, estaríamos haciendo un gran beneficio a nuestro cuerpo.

Bueno, ayer volví al gim, y bebí mucha agua mientras entrenaba. Hoy la báscula me dice que 300gramos menos. No está mal. No será así todos los días, pero espero perder el kilo y pico de retención de líquidos de aquí a diez días. Luego con ejercico, pesas y dieta ligeramente hiperproteica me he puesto de meta llegar al 30 de junio bajando de la barrera de los 70Kilos. Os contaré cómo lo voy consiguiendo.

Para los que queráis hacer la dieta depurativa, es fundamental tomar mucho zumo de limón diluido en agua, sobre todo al levantarse por la mañana. Desayunar básicamente infusiones y leche desnatada y cenar verduras depurativas. Yo he elegido espárragos y alcachofas. He hecho trampa, los he comprado de lata, pero los he escurrido bien, los he lavado para que no queden restos de conservantes. Hoy salgo a comer fuera con mi marido, pero mañana que tengo una mañana movidita y llegaré a casa sobre las 3 y pico del mediodía me espera un purecito de verduras muy rico que, salvo que lleva algo de patata (no está permitida en dietas depurativas por ser un hidrato de alto índice glicémico), lleva todo el resto de lo permitido (coliflor, col, zanahoria, nabo, puerro).

Los puerros son muy depurativos, sobre todo su caldito. Un caldito de puerros con cebolla es de lo más desintoxicante que se puede tomar, como consomé entre horas.

Creo que es importante estar unos días de dieta detox después de una invitro porque el cuerpo tiene que librarse de tanta hormona y porque los aquarius (bebidas isotónicas que nos recomiendan para reponer el endometrio) tienen mucho sodio y hacen que retengamos líquidos, sobre todos las de celulitis crónica.

Del tema celulitis hablaré en otro post. Las dietas detox y o drenantes van muy bien para esa pesadez de las piernas que se nos pone sobre todo cuando llega el calorcito. Así que chicas, a desintoxicarse.

Por cierto, yo soy adicta al café y necesito un pelín por las mañanas para que no me duela la cabeza, pero en las dietas detox es veneno. Yo intento diluirlo al máximo para que se filtre bien por el riñón, prueba está que al rato de tomarlo lo orino porque huele a café. Comprobad que vuestros riñones están filtrando comiendo espárragos. Si al rato de comerlos os huele fuerte el pis, es que vuestros riñones depuran como campeones, porque lo que están orinando es los jugos del espárrago, ya que la fibra tarda más en digerirse.

A depurarse tocan !!!!

Monday, May 25, 2015

Batallar contra los kilos en medio de una invitro

Si ya es difícil perder peso llevando una dieta y un programa de ejercicios, es una pesadilla intentar perder peso cuando se ingiere una cantidad tremenda de hormonas (por vía oral, inyectada, etc.) y además te han prohibido hacer esfuerzos hasta nuevo aviso.

Además, te prohiben hacer dietas exóticas, y tienes que beber bebidas isotónicas. Así que todo en contra para perder la línea, verdad?

Para las que estéis como yo, desesperadas porque no sabéis como contener esos kilos que estáis cogiendo sin remedio antes incluso de que el test de embarazo salga positivo pero no os podéis machacar en clase de Zumba, aún así algunos consejitos:

- Salvo los días de obligado reposo absoluto, no os quedéis en casa e intentad por lo menos una hora de paseito. Paseo, no marcha a paso militar, eso está claro. Pero tampoco pisando huevos parándose en cada escaparate de tienda dos horas.

- Cuando salgáis a pasear, calzado cómodo y calcetines, los pies es algo que debéis mantener calientes para que la sangre vaya al útero, no a otras zonas. Pero tampoco hace falta que vayáis con calcetines de lana. Unos de algodón de sport con unas deportivas es la indumentaria más adecuada. Nada de tacones, que sobrecargan la espalda y dado que no se puede ir al gim, hay riesgo de lumbalgia.

- Cuando estéis en casa, haced cositas. Barrer, fregar y planchar no porque son extenuantes, ni darle a los azulejos para que estén relucientes. Pero poner un lavavajillas o cargar (no descargar) una lavadora con cuidado sí que se puede. O coser, clasificar ropa sin subirse a los altillos, etc. El caso es no quedarse vegetando como una coliflor plantadas delante del televisor.

- Vigilad el picoteo. No hacer dieta no significa comer de todo lo que a una le apetezca, sobre todo dulces que no son muy aconsejables.

- Hay bebida isotónica sin azúcar, así no se toman calorías extra de forma tonta.

- La bebida isotónica se puede mezclar con agua. Lo suyo son 500ml de bebida con un litro de agua.

- Cambiar el café de la tarde por algo más diurético pero cuidado, no se pueden usar infusiones de esas para la celulitis, etc sin saber con seguridad si son seguras en el embarazo. A todos los efectos, como si estuviéramos embarazadas.

- Comer carne magra y pescado. Evitar patatas fritas o limitar el consumo de los hidratos (eso incluye el arroz, etc.).

Y nada más, salvo paciencia y rezar para que la invitro suponga como mucho uno o dos kilos que luego veremos a ver cómo nos libramos de ellos si sale negativo y si sale positivo, ya me han dicho que con las vomitonas del primer trimestre acabaremos más delgadas que cuando empezamos. No es consuelo pero bueno.

De todos modos se puede y se debe cuidar la alimentación estando embarazadas. Y a partir de cuando nos digan que es seguro hacer algún tipo de deporte, la natación o el yoga adaptado a embarazadas es muy recomendable, así como los paseos diarios. Y bueno, si cogemos 12 kilos en el embarazo, es por una buena causa, ¿no?

Tuesday, May 5, 2015

Time Out

Como la liga de baloncesto, estoy jugando ya fuera de tiempo. Hace diez días aproximadamente que empecé mi tratamiento de invitro, y apenas regresé de un viaje de trabajo en el extranjero que trastocó totalmente mis hábitos de dieta y sueño.

Lo bueno es que no he engordado mucho, lo malo que no he adelgazado lo que tenía en objetivo. No obstante, cuento con dos semanas más y probablemente, aunque me quede embarazada, siga haciendo algo de dieta. Sin embargo, de gimnasio me quedan sólo diez días, así que tengo que aprovecharlo, aunque no puedo meterme ya las palizas que me daba antes.

La endocrina me ha ajustado la dosis de tiroxina, ya que tengo hipotiroidismo manifiesto. Lo comento aquí porque mucha gente que tiene problemas para adelgazar se estrella día tras día con el muro de la báscula y las dietas imposibles, palizas maratonianas en el gimnasio sin saber qué pasa con su cuerpo que se niega a devolver los kilos que tan alegremente tomó en su día.

Aunque los baremos estándares de hormona TSH en el tiroides dan mucha holgura para considerar a alguien con hipotiroidismo (creo que a partir de 4500 o así), lo cierto es que hay que considerar otros factores de tipo inmune, para poder diagnosticar correctamente, ya que hay lo que se denomina hipotiroidismo subclínico o bien hipotiroidismo autoinmune o de Hashimoto, que no suelen dar señales alarmantes hasta que están bien avanzados. Si bien no suponen una amenaza para la vida del paciente, sí para la salud en general, y sobre todo, para el bienestar.

En mi caso, la endocrina ha considerado que tenía que subirme la dosis de tiroxina,y en efecto, empiezo a notar que mi cuerpo empieza a responder ante la comida como solía hacer hace diez años, cuando no tenía ningún problema para digerir 2000 calorías al día y mantener mis saludables 58kg de peso, con una actividad física normal.

Así pues, a veces nos matamos con dietas y ejercicios imposibles, cuando mejor nos gastáramos el tiempo y energía en ir a un buen médico para saber qué está pasando con nuestro metabolismo.

Por supuesto, esto no justifica ni atracones ni el ingerir comida basura.Ayer por ejemplo cené básicamente fruta y un poco de bizcocho de dieta con leche desnatada. Nada que se pase de las 500 calorías, y comí bastante sobria. Así que mi consejo es que ataquéis vuestro problema de sobrepeso desde todos los frentes y de todas las maneras posibles, y ajustéis vuestro plan de pérdida de peso a todos los casos en los que os encontréis, incluso en el caso de estar embarazadas, se puede comer sano y hacer algo de ejercicio, aunque sea un paseo, todo mejor que estar abandonados a nuestra suerte de lorzas impresionantes. Querer es poder. Por eso, aunque haya terminado mi tiempo fijado para perder el grueso de mi peso, seguiré atacando mi problema de sobrepeso desde hoy hasta siempre, y por tanto, seguiré con este blog.

Mucho ánimo, y no desfallezcáis nunca. Si un día pecáis y coméis algo prohibitivo o vagueáis un poco, perdonaros y volver al camino de la vida sana, pero nunca abandonéis vuestros propósitos, ya que siempre es mejor un plan de adelgazamiento con fallos que ningún plan o bien un plan perfecto para cien días y el resto del año comiendo como orcos. Regularidad, constancia y vigilancia médica, ese es mi consejo.

Wednesday, April 1, 2015

Cuenta atrás para los 200 días

Cuando planifiqué este blog tenía la sana intención de perder un montón de kilos (20k) en 200 días aproximadamente, a unos 100 gramos por día. Esto fue hace ya mucho, pero la verdad es que hay un refrán que dice eso de el hombre propone, Dios dispone y luego llega el diablo y todo lo descompone. Y es bien cierto.

Durante estos algo más de seis meses que llevo a dieta desde primeros de agosto, he sufrido contratiempos que han demorado esta propuesta tan aparentemente racional : En septiembre, una operación, en diciembre las Navidades y los compromisos ineludibles, en enero una neumonía que casi se me lleva al otro barrio y bueno, en febrero, un cambio de ritmo laboral que paralizó el ritmo.

En marzo he metido mucha caña y he conseguido volver a la senda pero lo cierto es que en estos 200 días la pérdida real se ha aproximado a la mitad del objetivo inicial, o sea que he perdido unos 10kg, y no unos 20kg.

No es un fracaso, siendo realistas no está nada mal, si hubiera tenido otros 200 días más habría conseguido perder estos malditos 10kg que todavía me sobran (peso poco más de 70kg y debería perder al menos otros 5 para llegar a un IMC idóneo).

Pero a finales de abril empiezo un tratamiento de fertilidad y dentro de poco tengo un viaje de trabajo que trastocará mi ritmo de ir al gimnasio.

Yo soy de esas personas que necesitan ir al gimnasio para perder peso. Da igual que coma sólo lechuga y me mate de hambre. No pierdo peso.

El metabolismo es caprichoso. Si dejas de comer, hay gente que, en vez de perder peso, baja el metabolismo para adecuarse a la bajada de calorías. Total, que el tiroides se vuelve perezoso y no bajamos ni un gramo aunque nos matemos de hambre.

La única solución para metabolismos tan difíciles como el mío y muy habituales en mujeres de mediana edad es ir al gimnasio a hacer una hora diaria al menos de actividad aérobica, lo llamado Cardio. Da igual si se queman 300 o 600 calorías en esa hora, lo importante es tener la caldera de quemar calorías funcionando todo el día.

Esto lo digo porque habrá gente igual que yo que se pregunten si mejor la dieta Dukan, la de la Zona, la Alcachofa o la sopa. Les digo no: Mucho gimnasio, no hay más.

Además, como ya he dicho a menudo, hay que hacer pesas para definir los músculos y hacer que éstos puedan quemar calorías. Cuanto más músculo, más calorías se queman. Esto es así. Chicas, no temed haced pesas. Eso sí, no levantéis 20k, no. Se trata de definir, no de sacar los músculos de Rambo.

Resumiendo:

- Gimnasio todos los días una hora de cardio.
- 15 minutos al día de pesas, muchas repeticiones, poco peso pero que se note que estamos haciendo algo, eh?
- Cuidado con los líquidos, fuera sal y los salados encubiertos (encurtidos, cecinas, precocinados, etc.)
- Infusiones de hinojo y cola de caballo, lo que sea que drene mejor que el café de después de comer o al menos junto a ese café.
- No cenar mucho, evitar lácteos por la noche para no tener digestiones pesadas.

Y poco más, paciencia, mucha paciencia. Mucha muchísima paciencia. Y no temáis salir un día con los amigos. Yo no me arrepiento. Más vale ser algo rellenita y feliz que una Barbie aburrida que no tiene amigos ni sale de casa.

Os iré contando cómo me va en los meses futuros. Lo importante es la constancia. La báscula siempre hacia abajo, mes a mes.

Wednesday, January 7, 2015

Año nuevo, dieta nueva

Comienza el 2015 y terminan las Navidades, el terror de todas las dietas.

Me enviaron esta mañana un whatsapp que pone que hay que atrasar hoy la báscula 5kg, y es que es lo que se supone que en promedio engordamos los occidentales en estas fiestas.

Yo no he engordado apenas, pero desde luego, no he adelgazado nada y he fluctuado tanto que ya no sé cuánto peso exactamente. Además, la gripe que he pillado me ha impedido ir al gimnasio esta última semana y esto no es bueno para la dieta.

Comienzo hoy día 7 de enero la dieta de nuevo. Borrón y cuenta nueva. Peso aproximadamente 72'5 kg y para finales de abril debería pesar como mucho 65Kg. No sé si estoy siendo realista o no, pero ese es mi propósito.

Como ya dije, no voy a seguir ninguna dieta de manual ni ir a dietistas. Voy a seguir mi propio método, que tan buenos resultados me dio durante el otoño y que se malogró un poco en noviembre y sobre todo en diciembre.

Tengo que retomar el gimnasio en cuanto se me pase la fiebre y sea seguro el volver. Prefiero engordar a morir de neumonía.

Hace unos días me hice con unos cuantos alimentos básicos y hasta preparé un puré supersaludable del que he congelado un poquito para los días venideros en que llegaré a casa de trabajar con hambre de lobo. Si en vez de una lata de alubias me descongelo un buen purecito haré un bien muy grande a mi salud.

También voy a tomar hierbas y jarabes depurativos, tengo el hígado castigadísimo, más por el tremendo dopaje para la gripe que por las copas que me he tomado, pero vaya, abstemia no he sido en absoluto.

En fin, me voy a absolver de los pecados de las Navidades y a tirar adelante. Si dentro de un mes no he perdido por lo menos 2kg me daré bien de latigazos.