Wednesday, October 22, 2014

Comprimiendo la figura

Ya han pasado más de 11 semanas desde que empecé la dieta, unos 80 día, tiempo de sobra para haber dado la vuelta al mundo.

He bajado 7'6 kg en todo ese tiempo, no llega a 100 gramos al día, pero es bastante motivador.

Algunos días me he portado mal y he comido y bebido lo que no debía, sobre todo algunas noches que he salido con amigos de tapas y ha sido muy difícil no sucumbir a la tentación y tomarme alguna cañita o una tapita.

La báscula hay días que me odia y otros se porta muy bien conmigo. La pérdida de peso, como digo, va lenta pero va yendo hacia abajo en global, aunque algunos días me pegue algún susto.

Lo más importante es que no tengo sensación de estar a dieta, aunque algunos días, para compensar excesos, tengo que cenar muy ligero y pasar hambre. Sí, algunos días he pasado hambre, me he ido a dormir pensando, como ayer, en un pincho de tortilla de patatas.

A veces me vienen tentaciones muy vívidas con alimentos diversos. Unos días me viene a la cabeza unos callos, una fabada, un cocidito completo, alimentos muy calóricos todos.

Pero son eso, imágenes que vienen a la cabeza cuando has cenado un batido de proteínas y un yogurt, apenas 300 calorías.

Lo más importante es ver los resultados, cómo me va entrando ropa que antes no podía metérmela ni con calzador.

Un truco que tengo los días que me asaltan las tentaciones es ver mis fotos recientes, que revelan papadita, brazos regordetes o muslos vacunos. Viendo esas fotos me digo: Jo, qué gordita estás todavía, así que habrá que seguirse esforzando.

Sí, porque he bajado 7'6 kg pero me faltan todavía al menos 10 kg más por bajar hasta llegar a un peso razonable (62 kg). El ideal de los 57 kg que tenía a los 25 años voy a tener que írmelo quitando de la cabeza.

Así que el objetivo de los 200 días creo que no es nada descabellado, pero desde luego va a ser duro no, durísimo.

El gimnasio, como digo, me ayuda muchísimo a absorber los excesos. No es que si una noche me meto 800 calorías de más al día siguiente vaya a estar 3 horas en la elíptica para compensar (si hiciera eso me daría un infarto o me tendrían que sacar en camilla).

Realmente, si te pasas 800 calorías y haces una hora de elíptica (unas 350 calorías más o menos), sigues teniendo déficit de calorías. Pero como os comenté, el metabolismo se activa durante ese día y consume otras 200 o 300 más de propina. Eso sí, no vale con hacer eso todos los días o la báscula se quedará estancada de por vida.


Friday, October 10, 2014

Velocidad de Crucero

Ya han pasado casi 70 días desde que empecé la dieta y se empiezan a ver los efectos de varias formas.

No sólo es cuestión de peso (son unos 7 kilos aproximadamente) sino, lo más importante, en la forma física y en la figura.

Reconozco que soy una obsesa de la báscula pero hay que fijarse en otros indicadores para saber si estamos progresando adecuadamente, porque se puede hacer una dieta inadecuada y acabar perdiendo músculo, agua, etc.

De momento he visto que he pasado de la talla 44 a la talla 42. Además, mi cintura acaba de perfilarse, cosa que antes no tenía, o la tenía bajo los pechos en vez de a la altura del ombligo, que es lo suyo.

Esto cambia de algún modo mi forma de vestir, ya que antes para disimular la barriga redonda me ponía camisolas amplias y vestidos de corte imperio (esos que marcan bajo el busto pero luego quedan sueltos de ahí hacia abajo). Ahora puedo lucir camisetas y blusas más convencionales, ya que apenas tengo ya barriguita.

Luego otro punto importante es que ya no tengo los tobillos hinchados, esto hace que me canse menos llevando tacones o zapatos menos cómodos. Y, por último, el tema de los brazos, que con las pesas ya tienen menos forma de orco y más forma de mujer esbelta.

Es importante a parir de los 35 años sobre todo en las mujeres, en fijarse en las "alitas de pollo". Hay muchas mujeres, incluso muy delgadas, que tienen flacidez en los tríceps, y da igual que pesen menos que un canario, están flácidas. Esto no pasa con 18 años, pero sí a partir de cierta edad. Para combatir esta flacidez, no hay más remedio que hacer pesas.

Sí, gran parte del éxito no está en las palizas en la elíptica (que también es importante) sino en las pesas, que las mujeres no solemos tocar, pero que son muy importantes para combatir la celulitis y la flacidez.

Así que mi balance cuando he llegado al 33% de mi tiempo fijado a dieta es muy positivo.

Sin embargo, no hay que bajar la guardia. Hay un efecto Pareto perverso que viene a decirte que, cuando te vas acercando a tu objetivo te va a costar lo indecible. Y es cierto. Al principio perdía más de un kilo por semana pero desde hace dos o así, no consigo perder más allá de medio kilo, y para bajar algo más tengo que machacarme literalmente en el gimnasio.

La dieta es un apoyo para no pasarse de las calorías, pero he observado que, haciendo deporte de forma intensa, la dieta es menos importante. Si te pasas un día, al día siguiente te machacas 30 minutos más y suele surtir efecto. Incluso el cuerpo tiene acostumbrarse a absorber excesos.

No me malinterpretéis, no os estoy diciendo que os saltéis la dieta a menudo. Sólo que probéis a saltarla de vez en cuando (haciendo deporte eso sí), para comprobar cómo reacciona el cuerpo, si es capaz de eliminar esos gramos de más o esa grasa o lo que sea de forma más o menos rápida.